SON ES PARA MI HUASTECA, EL DISCO DEL TRÍO AGUACERO

SON ES PARA MI HUASTECA,  EL DISCO DEL TRÍO AGUACERO

ALGUNAS FOTOGRAFÍAS

jueves, 30 de agosto de 2007

SON DE COSTUMBRE



El siguiente texto es una entrevista realizada por Kim Karter en el año 2004 como parte de sus trabajos de investigación sobre el Son Huasteco. La ponencia fue presentada el Honolulu Hawai.

A mí una de las cosas que más me ha llamado la atención es la música de costumbre, y te voy a decir por qué: porque yo siento que esa música de costumbre antecede al huapango y es el cimiento del huapango que tocamos.

De los floreos elaborados que nosotros hacemos, me decía mi maestro, en paz descanse, don Norberto Tú vas a tocar huapango, pero primero debes aprender a tocar el son de costumbre en los ranchos”.

Entonces, con él me instruí en lo que son la música ritual de casamiento, de muertos, de carnaval, de fiesta de elotes. Y tomé el nombre de Aguacero por uno de los sones que él me enseñó, que, justamente es “El Aguacero” y es un son bellísimo que combina muchas notas, muchos pasajes, muchos floreos, muchos cambios, muchos rasgueos vivos en la jarana... Es un complemento enorme ese son de “El Aguacero”.

Por eso le pusimos Aguacero al trío que actualmente tengo, pero déjame decirte que mi incursión por la música huasteca comenzó por el son de costumbre, el cual admiro, y me encanta difundirlo y estoy en la idea de que antes de tocar un huapango se debe tocar un son de costumbre. No sé, hasta cierto punto, nosotros como trío Aguacero siempre cuando tocamos comenzamos con un son de costumbre. Y, curiosamente, muchos tríos nos han seguido esto, algunos alumnos, otros no.

Pero muchos de los tríos que se presentan se presentan primero con un son de costumbre, llámese “Canario” o “Xochipitzahuatl”. Incluso el trío Chicontepec ya se presenta con “El Xochipitzahuatl”, cosa que no hacía. Y yo creo que esto es importante porque, repito, el son de costumbre es el antecedente del huapango que zapateamos, que bailamos, que cantamos


Eduardo Bustos Valenzuela June 12, 2004, Mexico City.

lunes, 27 de agosto de 2007

SOBRE EL MAESTRO NORBERTO CERECEDO LÓPEZ

"En la boda campesina,
que es de la vida valuarte,
surgió esta cadena fina,
de DON BETO, ¡todo un arte!

XOCHIPITZAHUATL de esencia bella,
y EL CANARIO al caminar,
TORO PINTO que no espera,
que el campesino lo vaya a matar.
BRINDIS que de tanto explica,
lo que se va a festejar,
¡cómo se oye EL AGUACERO
en la lluvia musical!

lo que hace el buen compadrito,
para a su comadre honrar,
y en ese son del GALLITO,
muy bien, se oye, su cantar.
y en la voz del gran violín,
dice que terminará,
EL TZANATOTOTL no es fin,
solo sirve pa, avisar.
los abrazos verdaderos,
se sienten al terminar,
bailen pues los consejeros,
EL HUEHUETLACATL tocar
"

Fragmento "Memorias de un gran amigo" Eduardo Bustos

Norberto Cerecedo

Notable violinista de la región nahuatl veracruzana de Chicontepec, Nace el 16 de Junio de 1908 en la comunidad de Tecomaxoxitl municipio de Chicontepec,Veracrúz, población limítrofe al estado de Hidalgo.

Desde muy pequeño según contaba, sintió un gran amor por la música de su región, lo que le llevó a fabricarse su propio violín con un trozo de carrizo y jonote contando apenas con diez años de edad. Mas tarde lo perfeccionó y comenzó a "sacar" sus primeros sones escuchando a su padre Don Román Cerecedo Vargas quien era huapanguero de rancho.

Don Beto aprendió empíricamente acompañando a su padre en las fietas de los campesinos. Era muy solicitado para tocar en ceremonias indígenas como: elotlamanas (fiesta del elote) casamientos, lavamanos, tlamacahuas (despedida), bautizos etc.,tocando siempre con gran maestría y sentimiento a su tradición. Poco después a prendió a tocar son huasteco, dando a sus interpretaciones toda la autenticidad y belleza posibles.

En 1967 ya ha formado el trío Balcón de las Huastecas en Chicontepec, Veracrúz, acompañado de Juan Cruz Melo a la Jarana y Gregorio Cerecedo en la quinta huapanguera. A mediados de 1974 es invitado a grabar una serie de programas en Radio Educación con el trío.


Dos años mas tarde realiza una grabación para una antropóloga extranjera que posteriormente vende la música de Don Beto fuera del país y sin permiso de los interpretes.Pasados unos meses Don Beto extiende una demanda contra la antropóloga y a fin de cuentas su disco Sones para casamiento indígena es descontinuado.

Don Norberto Cerecedo siempre supo y quiso representar dignamente a su región, se sentía orgulloso de ser huasteco por lo que siempreportaba su sombrero tantoyuquero, bien ribeteado, donde quiera que iba, le gustaba "encadenar" los sones para que luciese mas la música, pues iba hilvanando uno a uno los diferentes sonesitos de la danza sin que la música parara si quiera un momento. Ésto según decía, le daba grn satisfacción puesno cualquiera lo podía hacer.

Tomado de:
"BIOGRAFÍAS" en Bustos Valenzuela, Eduardo, El violín Huasteco, método teórico-práctico libro 1, Visión Cultural, México, 1997, 48p.

viernes, 24 de agosto de 2007

DOS ENTREVISTAS



Estimados lectores:
Dentro de los objetivos de este sitio se plantea tener un archivo de información para la consulta de las personas que lo requieran; dentro de éste objetivo a continuación se expone una entrevista realizada al Profesor Eduardo Bustos como parte de un proyecto de Tesis sobre Son Huasteco por Juan Pablo Guerrero Cantera hace aproximadamente un año en el XI Festival de la Huasteca en Pánuco, Veracrúz.
Esperamos que sea de provecho esta información:


El milenio del Huapango
Por: Juan Pablo Guerrero Cantera
Reportero

“Más de la mitad de mi vida la he dedicado a la música huasteca”, afirma Eduardo Bustos Valenzuela, profesor de primaria, de biología y además, músico de la Huasteca veracruzana.

Es originario de Chicontepec, Veracruz y es también uno de los principales promotores del son huasteco en la Ciudad de México.
La Huasteca es una amplia región que comprende seis estados de la República Mexicana: Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Querétaro
y Puebla. A pesar de las líneas geográficas que los dividen, los huastecos comparten música, costumbres y tradiciones que los identifican
“El primer contacto que tuve con los sones huastecos fue cuando de niño iba al pueblo, cuando escuchaba a los músicos huastecos y cuando se hacían las fiestas regionales”, menciona Eduardo Bustos.
A los dos años de edad llegó a la Ciudad de México y la música huasteca le recordaba a su pueblo:

- ¿Se podría decir que la distancia lo acercó más a su tierra?
“claro, el amor que se le tiene a la región es por herencia”. .

“Aquel que me pidió el gusto, gustoso lo iré empezando”
[1]

El señor Norberto Cerecedo López, un reconocido músico huasteco de son de costumbre le enseñó a tocar el violín y con el profesor Rolando Hernández Reyes tomó lecciones de ejecución en huapango más elaborado.
“El primer instrumento que aprendí a tocar fue la guitarra sexta, después fue el violín, después la jarana, la guitarra y luego un poco de arpa”.
“Yo me dediqué cuatro años, íntegros, a escuchar música huasteca. Llegaba de la escuela y la escuchaba, hacia mis tareas escuchándola, y me dormía escuchando la música huasteca en un programa de radio, donde a veces llamaba por teléfono para decir algún verso”.


Entre sus influencias musicales, el profesor Bustos recuerda a Los Hidalguenses, un grupo que se llamaba Los Indios Huastecos, el trío Balcón de las Huastecas, el trío Chicontepec, “y mediante las grabaciones… al viejo Elpidio, al negro Marcelino, los hermanos Calderón, yo saqué muchas ejecuciones de los discos que existían”.
Uno de los compositores huastecos de los que más se recuerda en la región es Nicandro Castillo, autor de las Tres Huastecas, canción conocida en todas las huastecas. Entre los compositores, es uno de los preferidos del profesor Bustos.

“En algún tiempo conocí a Nicandro Castillo, fue un acercamiento muy curioso, me invitaron a mí a un homenaje que le hicieron y yo lo quería conocer porque Nicandro Castillo fue compañero de banca de mi abuela, en Xochiatipan, entonces mi abuela platicaba mucho de él.”

“Yo tenía 20 años cuando fui al homenaje que le hicieron, cuatro meses antes de morir, yo le dije: ‘oiga, don Nicandro, lo quería conocer’ pero él se fue más por preguntarme de mi abuela y no pudimos entablar una buena conversación”.


Al poco tiempo fue a Huejutla a una fiesta y lo busco, pero ese día no lo pudo atender porque venía muy tomado de un jaripeo que se hizo en Santa Cruz Juárez. “A las dos semanas falleció, así que nunca pude platicar con él”.
“Pregonando mis cantares y observando sus paisajes”[2]
Los instrumentos para tocar Son Huasteco son tres: el violín, la jarana y la quinta huapanguera. Los ejecutantes del violín deben tener ciertas características de virtuosismo, pues para “requintear” el son usan notas extremadamente rápidas.
La jarana se incorporó después al huapango, en un principio sólo la quinta punteaba con sonidos bajos la armonía del huapango. La jarana se afina igual que la quinta y le da el registro medio a la conjunción de los tres instrumentos.
Del trío “Aguacero”, el profesor Eduardo Bustos toca el violín, los demás instrumentos son tarea de los hermanos Zubirie Cruz, juntos tienen más de 25 años tocando huapango.

Antes empecé a tocar a los 17 años con un grupo que se llamaba Yolopactli (remedio para el corazón), toqué ocho años con ellos. Después la misma gente me decía que si quería desarrollarme más, que si quería superarme tendría que cambiar de compañeros. El mismo maestro Norberto Cerecedo me lo dijo”.

Fue así como conoció a los hermanos Zubirie, “nos conocimos curiosamente, yo no sabía tocar el violín y los busqué a ellos para que me enseñarán, pero por azares del destino nunca llegó la persona que me iba a enseñar… y pasó el tiempo”.
Después de unos diez, doce años volvió a buscarlos y les dijo que ya sabía tocar, quería que lo escucharan… “y así fue como empezó el trío, primero, en 1981, nos llamamos los ‘Caimanes Huastecos’ y en 1985 nos conformamos como el trío ‘Aguacero’.”
Eduardo Bustos se considera un músico huasteco al que le gusta más tocar piezas poco conocidas, “no me gusta tocar lo ya conocido, creo que ese ha sido el éxito del trío Aguacero, es lo que predicamos: tocar lo que ya no se toca, no es lo antiguo sino redescubrir hasta cierto punto a la música”.
La música huasteca se compone de tres géneros principales: los sones de costumbre, el son huasteco y el huapango.
Los sones de costumbre forman parte de las ceremonias y danzas indígenas, se tocan en ocasiones especiales como bodas, velaciones, celebraciones religiosas y rituales agrarios, además se toca con instrumentos adicionales a los ya acostumbrados como las sonajas, guitarra, arpas, tambores, etc.
El huapango es un poco más festivo, al igual que el son huasteco. La palabra “huapango” también es sinónimo de fiesta o festejo popular, en donde la gente se reúne alrededor de los músicos y la tarima para bailar, convivir, improvisar versos o tocar algún instrumento.
Al profesor Eduardo Bustos le gusta tocar mucho el son de costumbre, “en nuestras presentaciones siempre ofrecemos un contexto histórico, los antecedentes inmediatos del son huasteco. Conozco muchísimos sones de costumbre que muchos huapangueros afamados y de espectáculo no conocen”.
En su opinión, las canciones más representativas del son huasteco “ya desde hace muchos años, son las que se van por el gentilicio; en el sentido de que se van por la geografía: el hidalguense, el tamaulipeco, el queretano, muestran características de la región”.

“En cuanto a una descripción general de la Huasteca, yo pienso que son todas aquellas que hablan de animales, del entorno”,
dijo.

Se ha dedicado a componer con base en ello: “porque siento que a través de los animales conocemos la región en que habitan, como es la relación con el hombre, el tipo de influencia que tienen con él”.
“Incluso los podemos trasponer a la figura humana, cosa que Nicandro Castillo en su momento hizo, y que yo también estoy haciendo con huapangos nuevos, como el alacrán, la campamocha, la rana, van en ese sentido: dar a conocer la Huasteca pero con ayuda de un personaje”.

Tradición contra Modernidad
El son huasteco ha entrado de lleno a la pos modernidad, en el metro se venden discos de huapango, se baila huapango en todos los estados de la república. En el Distrito Federal, está concentrado el mayor número de emigrantes huastecos.

“La popularización del son huasteco trae muchas ventajas, primero que todo: demanda, trabajo para los huapangueros, oportunidades de grabación”.

El profesor Bustos se considera una persona que ha vivido muy de cerca la evolución del son huasteco: “me considero incluso un pilar del son huasteco en el Distrito Federal”.
El trío Aguacero ha representado la primicia de las famosas huapangueadas. “Nosotros empezamos a crear este tipo de eventos para ayudar a otros tríos. Ahora ya se ha vuelto comercial, la gente contrata uno o dos tríos y les da lo que quieran, queda como un negocio”.

“¿La evolución del huapango en la modernidad?… en primer lugar es letrística, las letras se han enriquecido y yo me consideró parte de ese enriquecimiento pues he escrito mil y tantos versos de son huasteco para huapangos tratando de reivindicar y completar el acervo de sones que hay”.

El profesor Eduardo Bustos ha escrito un libro llamado Cantares de mi Huasteca donde explica las formas literarias del son huasteco: “el libro tiene propuestas de versos para sones como La Acamaya, El Triunfo, La Rosa.” En la música tiene compuestos 45 huapangos.
El conflicto modernidad – tradición ya ha afectado a la música huasteca: “hay gente en el Distrito Federal que quiere crear un nuevo huapango, cosa que yo no veo bien”.
“El huapango tiene sus antecedentes y nosotros hemos luchado por conservarlo tal como es. No veo la razón por la cual le modifiquen letra, instrumentación, ritmo, siento que no se debe hacer”.
“Se
pueden hacer versos que te hablen de la problemática social… pero versos que te hablan de los camiones, de los microbuses, del metro ¡no!… Porque no es el contexto regional el que se está abarcando”.
Uno de los alumnos del profesor Bustos ha hecho una grabación con músicos cubanos que interpretaron cuatro huapangos con instrumentos cubanos. “En un principio lo vi mal, pero después dije, si los músicos están tocando la música huasteca como la sienten, no tienen la culpa, ellos no tienen jarana ni guitarra, están tocando con lo que tienen”.
“La interpretación que hicieron está muy bien, tan bien que yo tengo mucho miedo de que guste y en un momento dado, guste tanto que desplace al original”.


El Milenio del Huapango

El profesor Eduardo Bustos siempre ha sostenido que el son huasteco va a tener su época dorada, y está comprobando sus suposiciones: “estamos en el milenio del huapango, antes no había concursos, no había eventos, no había tantos discos, no había talleres, no había capacitación para niños, no había métodos escritos”.
“¿Por qué ahora nos estamos preocupando? Porque estamos viviendo la era del huapango y prepárense porque esto viene duro, en el Distrito Federal hay más de 150 tríos huastecos”, informó.
En la Escuela Normal Superior de México, el profesor Bustos tiene a su cargo el Taller de Huasteco, donde enseña a sus alumnos a tocar violín y los preceptos de la versería huasteca.
“Tenemos que trabajar mucho en la formación de tríos concientes, siempre les digo a mis alumnos que se comprometan con el son huasteco y que lo respeten, si al rato los oigo tocando cosas que no tienen nada que ver me molesta”.
“Yo me considero un músico viejo, a pesar de que soy relativamente joven, me considero así porque tengo las enseñanzas de los viejos, tengo ese sentir. En mis floreos, en mis versos… tengo el compromiso de seguir ese ejemplo”.
[1] Verso del huapango “El Gustito”
[2] Verso del huapango “Mi Xilitla”,


SI DESEA MAS INFORMACIÓN SOBRE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "ZOOLÓGICO DECIMAL DE LA HUASTECA" Entrevista con el Profesor Eduardo Bustos del día 27 de Julio en el marco del XII Festival de la Huasteca en Huauhchinango Puebla

Darle click al vínculo:
http://www.azteca21.com/index.php?option=com_content&task=view&id=6650&Itemid=3

miércoles, 22 de agosto de 2007

LA ORQUIDEA

El siguiente video muestra una de las composiciones del maestro Eduardo Bustos

En esa ocación fue interpretada en el Homenaje a Don Ponciano fajardo en Chicontepéc Veracrúz.

La famosa Orquiea ha sido ejecutada por muchisimos tríos a lo largo de la Huasteca.

Dale click al vínculo
http://www.youtube.com/watch?v=4-lHm2CIqpE

martes, 21 de agosto de 2007

El TRÍO AGUACERO



El Trío Aguacero de Alaxtitla Veracrúz busca la valoración, preservación y el rescate de la tradición musical huasteca.


Está integrado por:


Eduardo Bustos Valenzuela, violinista y director del trío

Mario Zuvirie en la jarana

Domitilo Zuvirie en la guitarra quita huapanguera ( actualmente ejecutada por Vicente Amador)

Nacidos en la Huasteca Veracruzana, actualmente los integrantes de El Trío aguacero radican en el Distrito Federal conservando y difundiendo la tradición musical incorporando El son de costumbre en su producción musical.

El trabajo de investigación del Maestro Eduardo Bustos y El Trío Aguacero se centra no sólo en la preservación sino también el la difusión y en la enseñanza de la musica Huasteca a nuevas generaciones asi como la búsqueda del estilo original del son huasteco veracruzano que se encuentra ascendrado en la tradición musical de las comunidades.

Actualmente El Trío Aguacero lleva a cabo el espectáculo musical y didactico "Zoológico Musical de la Huasteca", que muestra una compilación sones tradicionales y compuestos para los niños, cuyo objetivo es el fomento y enriquecimiento cultural e histórico de los niños y jóvenes sobre la tradición musical de la Huasteca y de México.